Uno no ve las cosas como los críticos taurinos, que tienen sus cánones
a los que han de ajustarse, porque la fiesta así lo requiere.
Con ello quiero decir que en lo tocante al espectáculo taurino de
nuestras ferias, único en esta ocasión, estoy de acuerdo con nuestro compañero
Juan Ángel que es el entendido en estas cosas, pero hay otros aspectos del
espectáculo, no ya taurinos, que son los que vamos a referir aquí.
En primer lugar hay algo digno de destacarse, y es que parece ser que
Luis Alviz ha roto su “jetatura” en
cuanto a que el día se presentó magnífico y no hubo asomo de lluvia. Ya
recordarán que hasta ahora, cada vez que este empresario cacereño anunciaba un
espectáculo taurino de cualquier tipo, la lluvia era segura. Pues bien, este “gafismo” se rompió con la corrida del
domingo que, además —y nos alegramos por Luis Alviz— registró un lleno sonado
por lo que, tras tantas disquisiciones de los carteles, que en este caso no
recibieron ayuda económica del Ayuntamiento, es de suponer que hubiera
ganancias para el empresario, cosa que también estimamos, aun sabiendo que el
espectáculo fue caro, pero el dicho general en el ruedo, al ver el llenazo, solía
ser: “Menos mal que Luis ha tenido una
vez suerte.”
El gran público, que entiende menos de toros de lo que piensan los críticos,
se divirtió y salió complacido, que esto es lo que importa.
Los comentarios en el ruedo, en este sentido, también eran sabrosos.
Paquirri era la primer corrida que toreaba, tras su boda con la Pantoja —que
por la noche actuaría en la Plaza Mayor— y el que más y el que menos
preguntaba: “¿Y no habrá venido la
Pantoja a ver torear a su flamante marido?”, con lo que hubo búsqueda por
las barreras, aunque Isabel, como tantas otras mujeres de toreros, parece no
quiso asistir al festejo. Pero éste y otros detalles, son lo que le importan al
gran público, que se entretiene con ellos sin buscar los purismos de la fiesta
que tampoco pueden exigirse en plazas donde hay una corrida o dos al año y pare
usted de contar.
Por otra parte, estaban los dos alcaldes y las corporaciones de las
dos capitales extremeñas, y ello fue también espectáculo para el respetable. En
fin, que salió la corrida y “tutti
contenti”.
Diario HOY, 31 de mayo de 1983
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.