Durante la época de la República hubo un tipo en Cáceres que era
especialista en montar todas las protestas y todas las manifestaciones más o
menos ilegales que en aquel tiempo se dieron, y era el primero que corría
delante de la guardia de Asalto, encargada entonces de guardar el orden, cuando
ésta cargaba contra los manifestantes —cosa que aquí ocurrió un montón de
veces— como ocurría en un montón de sitios.
Pero ocurrió que, a este individuo, se le ofreció un puesto de guardia
y lo aceptó de buen grado porque andaba sin trabajo; pero esta deformación de
haber andado siempre en la oposición le condicionó de tal modo, que cuando para
guardar el orden sus compañeros se desplegaban “a dar leña”, él salía corriendo delante de ellos a esconderse donde
buenamente podía sin acordarse ni del uniforme que llevaba puesto ni de que su
misión era ya distinta de la que había ejercido en años anteriores.
Pues bien, pienso yo que ahora a todos los niveles y al municipal
también, viene ocurriendo algo de aquello, que los “papeles están cambiados”, como suele decirse, y ni muchos de los
que gobiernan —también a nivel local— saben gobernar, ni los que están ahora en
la oposición saben oponerse, porque son muchos años de ejercer papeles
contrarios y ello, sin querer, condiciona.
Habría que dar un curso de mentalización a los socialistas para que
olvidaran que llevaban más de cuarenta años en la oposición y hacerles ver que
los que gobiernan son ellos, y por tanto los encargados de arreglarlo todo no
de seguir protestando porque las cosas no se arreglan, porque en la actualidad
no hay nadie más para arreglarlas que ellos. Yo no sé si valdría el que se
repitieran una y mil veces, desde que se levanten, la frase: “El Gobierno soy yo”, porque parece que
hay muchos que no se lo creen todavía, o actúan como tales.
Paralelamente, habría que hacer igual con la derecha, que tiene un
desentrenamiento en la forma de oponerse, porque nunc ha sido oposición.
Algún botón de muestra de esto podría ser la actuación del teniente de
alcalde de Cáceres, Alfonso Ambrosio, que denuncia al actual alcalde en
funciones el que algunos guardias municipales, en sus horas libres, hacen algún
trabajo y pregunta al alcalde si esto es legal o no, cuando él tiene la
obligación de saberlo porque está dentro y no fuera del Ayuntamiento, y aún
tiene la obligación de arreglarlo si en realidad es ilegal, sin dar “cuatro cuartos al pregonero” y sin
soliviantar a la plantilla municipal de guardias, que confían en los saberes y
la buena gestión de la parte política que ahora gobierna el Ayuntamiento,
A cualquiera se le ocurre que con una simple pregunta al secretario de
la Corporación, que entiende de leyes, el asunto se hubiera solucionado, porque
si a los guardias no se les paga dedicación exclusiva, pueden hacer en sus
horas libres lo que quieran y, según tenemos entendido, no hay ninguno de
nuestros guardias con esta exclusiva dedicación, por tanto la cosa no está en
denunciar públicamente, sino en arreglar las cosas desde dentro, pagándoles esa
dedicación exclusiva.
Diario HOY, 13 de agosto de 1983
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