En la anterior “ventana”,
titulada “Igual que don Juan de Robles”,
en la que yo hacía referencia a un solar donde ahora está el cine cacereño “Capitol”, en la calle Sancti Spíritus,
se deslizó un error gráfico, ya que se daba una foto del paseo de Cánovas,
indicando que dicho cine estaba allí cuando en realidad allí el que estuvo fue
el desaparecido cine “Norba”.
Disculpa ante los cacereños y paso a explicarles por qué ha sucedido esto.
Mis magníficos compañeros de Badajoz, a los que agradezco su magnífica
intención, fueron los que trataron de ilustrar el artículo y equivocaron la
foto. Así de sencillo, y agradeciendo esa buena intención, pido disculpas en su
nombre y en el mío, pero ello me da pie para hablar de los cines cacereños, un
poco como compensación, para los lectores.
Este cine “Norba”, de la
foto, existió en Cáceres de 1934 a 1967, en que se cerrara para hacer sobre él
un edificio que lleva el mismo nombre.
El cine “Capitol”, que era
al que hacía referencia se inauguró en 1947 y aún sigue abierto en la calle
Sancti Spíritus, edificado sobre el solar del viejo Hospital de don Juan
Robles, al que me refería.
Entre los cines que aún existen el más veterano es el “Gran Teatro”, que se inauguró en 1926.
El “Coliseum”, conocido aquí
como el Cine del Obispo, se inauguró en 1962 y también sigue prestando
servicio, y por último, el más moderno es el “Cine Astoria” que se inauguró en 1963 y continúa prestando
servicio.
El desaparecido cine “Norba”,
que con el “Gran Teatro” fueron
durante muchos años los dos únicos teatros de Cáceres se inauguró con la película
“La amargura del general Yen”,
protagonizada por Bárbara Stanwick, precisamente el día 1 de febrero de 1934.
La última película puesta en sus pantallas fue la titulada “Cuando ellas enredan”, protagonizada por
Eddie Constantine y puesta el día 31 de julio de 1967.
Durante todos estos años hubo también otra serie de cines de verano,
de los que sería largo hacer referencia, ya que los hubo también en las
barriadas, siendo dignos de destacar el “Capitol
de Verano” y el de la “Plaza de Toros”,
todos ellos desaparecidos a raíz de la implantación en las salas del aire
acondicionado.
Diario HOY, 5 de junio de 1983
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