Andamos ahora a vueltas, al menos los aficionados a la fiesta
nacional, comentando lo que el empresario Luis Alviz ha pedido por preparar las
corridas de las ferias de septiembre, que era alrededor de dos millones y medio
de pesetas, así como la negativa de la Permanente Municipal de dar tal
subvención al empresario.
Sin duda ello ha suscitado la lógica polémica en la afición, opinando
unos que lo que pide el empresario es una exageración y otros que no lo es
tanto, porque se desconocen los carteles que le había pedido confeccionar la Comisión
para este caso.
Habría que saber cuántas corridas y novilladas se le pedían al
empresario y qué toreros y ganado se le sugería.
Para entendernos, al parecer, lo que ha habido es una consulta al
empresario, al que se le ha dicho: “Por
confeccionar tales carteles —no sabemos cuáles— ¿cuánto nos pediría de subvención?”, y el empresario ha pedido por
dichos espectáculos una ayuda de dos millones y medio de pesetas.
Si ello es mucho o poco, es terreno discutible y para poder opinar
habría que conocer todos los detalles de la propuesta.
Pero hay una cosa clara, la plaza está arrendada a esta empresa por la
propiedad de ella y mientras este arriendo continúe será Luis Alviz el que
organizará los espectáculos taurinos, a su aire y, como es lógico, arrimando el
ascua a su sardina.
Otra cosa sería si la plaza fuera de propiedad municipal, ya que sería
la propia Comisión la que pudiera confeccionar los carteles, o bien abrir un
concurso entre empresas para que los confeccionara el que mejores espectáculos
ofreciera.
A mi modo de ver, ahí es donde radica el meollo de la cuestión, porque
si la propiedad es ajena al Ayuntamiento, será ésta la que siempre elegirá
empresario.
Vuelve por tanto a suscitarse el tema bajo el punto de vista de
recuperación de la plaza por parte del Ayuntamiento, si como se dijo en
tiempos, entre el Ayuntamiento y la Diputación tienen un elevado número de acciones
que así lo aconsejan.
Este tema lo suscitó el anterior concejal de Ferias, Pepe blanco, y no
sabemos en qué habrá quedado.
Pero hay otro proyecto olvidado, que podría resucitarse, que era el
hacer una nueva plaza de toros y más capaz que la actual.
A este respeto recordamos que cuando el fallecido Narciso Puig fue
diputado de Cultura de la Corporación provincial, presentó un proyecto —que fue
aprobado— para hacer por cuenta de la Diputación una nueva plaza de toros. Hubo
valoración entonces del importe y hasta un anteproyecto, que no era ninguna
tontería, que —según recuerdo— ubicaría dicho nuevo coso en las inmediaciones
del campo de fútbol del Espíritu Santo.
Pasó que la Corporación varió, y el proyecto —como tantos otros— se
quedó en intento…; pero a la vista de lo que viene sucediendo, uno se pregunta
si no sería oportuno volver sobre el mismo, o sobre la recuperación del viejo
coso.
Diario HOY, 2 de agosto de 1983
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