miércoles, 13 de diciembre de 2017

No sólo prometer


Cuando suceden las desgracias todo el mundo promete “echar una mano”, lo malo es que pasado algún tiempo la promesa se olvida y “si te he visto no me acuerdo”. Esto exactamente es lo que viene pasando a la familia damnificada por la caída de un lienzo de la “Torre Desmochada”, de las murallas de Cáceres. Como recordarán, esta familia tiene su vivienda bajo la torre, y dicho desprendimiento aplastó parte de su vivienda, aunque tuvieron la suerte de no estar ninguno de ellos en las habitaciones afectadas por el desplome, que quedaron sin techumbre y a las que se las dotó provisionalmente de un plástico como techo. En aquellos momentos el alcalde ofreció correr con los gastos de alojamiento en alguna pensión, mientras se reparaba la vivienda. La señora, ya que se trata de una mujer viuda, con un hijo, ya mayor, rechazó el ofrecimiento del alcalde, por no ser gravosos al municipio y, suponiendo que la reparación sería inmediata, se quedaron a vivir en una o dos habitaciones no afectadas.
La señora se equivocó como nos equivocamos todos. Resulta que la reparación inmediata no llegó, que la torre cuya propiedad ha sido siempre del Ayuntamiento, ahora no es de nadie, porque el Ayuntamiento niega su propiedad por evitar responsabilidades, puesto que Bellas Artes, que al parecer corre con la reparación de la torre, indica que la de la casa debe hacerla el dueño de la torre, y que la torre tampoco es suya. en definitiva, que parte de la vivienda sigue tapada con un plástico que no ha valido durante esto días de intensa lluvia y viento, con lo que se han inundado las habitaciones sin techumbre y el agua ha inundado también a las habitaciones donde vive esta familia, que ya no sabe a quién recurrir para que le reparen aquello. Posiblemente el alcalde y Corporación “pasan” de todo esto.
Diario HOY, 10 de abril de 1985

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