sábado, 26 de agosto de 2017

El origen del nombre de Extremadura


Aun aparte de las divulgaciones que últimamente se han hecho de los nombres de algunas de nuestras ciudades, y últimamente del de nuestra región, muchos extremeños continúan utilizando, para explicar el nombre de Extremadura, la explicación ya trasnochada de que el nombre nos viene dado de que eran tierras situadas al “extremo del Duero”, y de ese “extremo – dauris” nació el nombre actual de nuestra región, cosa que, si es ingeniosa, tiene de cierto más bien poco.
Estas fantasías parten casi todas de los eruditos del siglo XVIII, que sin más investigación que la propia imaginación nominaron y buscaron orígenes a sus tierras y a sus ciudades,  procurando que fueran lo más bonitos posibles o los de más amplia resonancia. Así, se sigue diciendo, aun por investigadores actuales, que el nombre de Cáceres viene del nombre árabe: “Alcazares”, lo que es bonito aunque no sea cierto; se llama “vía de la plata” a la calzada romana que unía de norte a sur, pasando por Mérida, Gijón, con Sevilla, porque por ella “pasaba la plata que se traía del nuevo mundo”, lo que es también incierto, puesto que el nombre viene del árabe “balata”, que significa: “camino empedrado”… En fin, que fantasías ha habido para  todos los gustos, y de ellas no se ha librado el nombre de nuestra región.
No queremos aquí montar una investigación, aunque sí decir con cuatro palabras y lo más sencillamente posible de dónde vienen los nombres de  estremaduras” (así, con “ese”, como se llamó la nuestra hasta el siglo pasado). Todos estos nombres parten de la reconquista y se daba al extremo de los reinos cristianos que se iban reconquistando a los moros, produciendo una verdadera “ensanchadura” del propio reino. Eran tierras recién reconquistadas que al carecer de un nombre que las designara en común, se designaban como “estremaduras”, o sea, tierra extrema del reino, por las que éste se iban ensanchando o agrandando. Así había “estremaduras” en todos los reinos cristianos. La del reino de Portugal, que aún se sigue llamando así, con la población de Estremoz (villa del estremo) que tiene el mismo origen; la de Castilla, de la que sólo queda su inicio en Soria, con el lema de su escudo: “Soria pura, cabeza de estremadura” y la del Reino de León, que es la nuestra y que quedó su nombre para tierras recién reconquistadas de Cáceres y Badajoz y que se llamó “Estremadura”, con “ese” hasta el pasado siglo, lo que, más o menos, significa “Tierras del estremo del reino de León”, sin más fantasías.
Diario HOY, 24 de agosto de 1982

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