martes, 22 de agosto de 2017

Los “hinchados” del año del hambre


En la última emisión del programa de televisión, “La clave”, se pasó la película de Patino: “Canciones para después de una guerra”, muy interesante, y tras ella se mantuvo un larguísimo coloquio sobre la duración y las consecuencias de la posguerra en España. No vamos a referirnos a todos los puntos tratados en dicho coloquio, algunos de ellos interesantes, otros no tanto y los más con un desconocimiento de los contertulios que intervenían en él, que no puede achacárseles a ellos, sino a la elección del grupo.
Hubo algo que sí hay que destacar y es que los elegidos para este caso todos vieron la posguerra y las privaciones, principalmente  desde la capital de España, donde, en cierto modo, por montarse antes el “mercado negro”, al que entonces llamábamos “estraperlo” las privaciones fueron menores que en muchos pueblos y provincias que hasta que lograron montar sus canales de “estraperlo” las pasaron realmente “moradas” y peor aún que en las poblaciones grandes.
No quiero criticar negativamente el programa, que tuvo su parte positiva, pero sí decir que los invitados desconocían muchos puntos de lo preguntado. Como ejemplo, podemos citar la pregunta que se hizo sobre si las gentes morían de hambre, que contestó el actor Fernando Fernán Gómez, en el sentido de que por lo que morían era por el llamado “piojo verde”, o sea el tifus exantemático. Como quiera que esto es incompleto, al menos en lo que en Cáceres pasó, convendría aclararlo, como algún cacereño me aclaraba ayer comentando el programa.
En Cáceres murió mucha gente de hambre, en los años 40 y 41, los llamados “años del hambre”, y por el “piojo verde” también, pero posteriormente.
En el primer caso, los individuos menos afortunados, comenzaban a adelgazar y morían por desnutrición, por inanición, pero lo curioso es que en la última etapa de esta desnutrición, se hinchaban, por lo que aquí se les llamó “los hinchados” y puedo agregar que yo, siendo niño, vi a muchos caer desfallecidos camino del Hospital, donde iban a buscar un remedio que ya no podía dárseles.
El “piojo verde” fue otra cosa surgida después, quizás con los mismo resultados de muerte, pero más bien debida a la falta de aseo a que el jabón estaba racionado y se daba muy de tarde en tarde. Y hubo otros casos más de muerte por envenenamiento ya que las gentes buscaban en el campo cualquier cosa que pudiera comerse y muchas de estas yerbas eran venenosas. En las provincias y pueblos fue una época brutal y nefasta que, ojalá no vuelva a ocurrir.
Diario HOY, 18 de julio de 1982

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