Saber estar y cumplir

Más de una vez lo hemos dicho y más relacionado con el asunto de la caza: “no está el asunto en legislar bien, sino en hacer cumplir lo legislado” o dicho de otro modo: “para el que habitualmente se viene saltando la ley, le importa un comino el que se dicten nuevas leyes más drásticas, porque seguirá saltándoselas a la torera”.

Decimos esto a cuenta del magnífico servicio que acaba de hacer la Benemérita, desmontando un negocio entre furtivos e “industriales”, que venía asolando nuestras reservas de caza mayor de la sierra de San Pedro, y otros lugares, matándola en todo tiempo, y “comercializando” este producto por unos canales no lícitos que, es de suponer, habrán dado pingües beneficios a algunos.

Todo esto aparte, claro es, de que en esta “redada” puede suceder que ni estén todos los que son ni sean todos los que están, pero esto no quita mérito al magnífico servicio que ha hecho la Guardia Civil, con su bien probada eficiencia, correspondiendo después a los “canales” jurídicos las aclaraciones que sean pertinentes. Lógico es que ahora comience a suceder aquello de el “yo no he sido” y aun que, como en el caso de las cerezas, cuando se tire de una salgan engarzadas con ella otras más, pero eso es cuestión ya del trámite que no pueden quitar mérito a ese poner el “dedo en la llaga”. que acaba de hacer la Guardia Civil.

Hay algo que se pone de manifiesto y es que se caza con malas artes, en todo tiempo y mirando el propio beneficio, aun a pesar de todo lo que se legisla en este sentido, y lo importante es saber que esa riqueza de todos los cazadores y que esos —los implicados que sean— son todo menos cazadores porque no son dignos de llamarse así, ni de que se les consienta practicar, de aquí en adelante, “el noble ejercicio de la caza”.

Y los que aún creemos en ese “noble ejercicio” o en ese deporte, no podemos por menos que aplaudir, por esa actuación y tantas otras positivas a la Guardia Civil que sí sabe estar en su sitio, y esto lo demuestra.

Diario HOY, 25 de mayo de 1982