Tomando el adagio latino que traducido reza “Primero vivir, luego filosofar”, tenemos que decir que nuestra
Diputación, entendiéndolo en cierto modo así, lo ha aplicado a la sed que
muchos de nuestros pueblos padecen aplicando el lema de “Primun bébere”… que expresamos en un latín macarrónico para decir
que tanto el presidente de la Diputación como la Corporación misma han tomado
conciencia del problema de sequía que venimos padeciendo para prescindir de
otros gastos —aunque no sean superfluos— para mitigar antes que nada la sed de
la mayoría de los pueblos que la padecen.
Ayer mismo, antes de entrar al pleno de la Corporación, don Jaime
Velázquez, reunía a los informadores para expresarles la preocupación que el
organismo provincial tiene sobre este tema, hasta el punto de que la Diputación
va a destinar, aparte de lo que de el Ministerio, 25 millones al tema de la
búsqueda de aguas subterráneas o terminación de presas, teniendo que detraer
este dinero —o el que hiciera falta— de obras de caminos provinciales.
La medida es correcta y la Corporación la apoyaría después en el
pleno, pero hay algo que tenemos que decir y que ahora es ocasión de ello, y es
la preocupación de la Diputación por el tema, no sólo ahora sino en el pasado
año donde la decisión de montar unos equipos de búsqueda de aguas subterráneas
fue tan oportuna que, gracias a ellos, la mayoría de los pueblos pudieron tener
el agua imprescindible para su pervivencia, gracias a las previsiones de la
Diputación provincial. Fue una gestión callada pero efectiva, y ahora que se presenta
de nuevo el fantasma de la sequía la Diputación vuelve a tomar las medidas necesarias
presupuestarias para que no falte dinero en estas prospecciones, ni se
interrumpa esta búsqueda vital del líquido elemento…
Lo que sí es ocasión de agradecer a la Diputación las previsiones
pasadas y las actuales y desear que las nuevas prospecciones que van a hacerse
sean efectivas… hasta que llegue la época de las “vacas gordas” y puedan arreglarse esos caminos, pero cumpliendo
antes lo del “Primun bébere” que
decíamos en latín macarrónico al principio.
Diario HOY, 19 de junio de 1982
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