A muchos se nos suele dar el caso, y me cito en primer lugar, de
conocer lo ajeno en plan de turismo y desconocer lo propio. Me explico: hay
muchos cacereños y extremeños en general que conocemos el resto de las regiones
o provincias españolas e incluso el extranjero, pero desconocemos los pueblos y
lugares importantes y atractivos de nuestra propia tierra
Por citar una experiencia propia les diré que estos tiempos atrás, por
una verdadera casualidad, yendo en compañía de otras personas, conocí un lugar
que existe cerca de Roturas de Cabañas,
conocido por “Garganta de las Viejas”,
que es un lugar verdaderamente paradisíaco y casi ignorado por los cacereños y
extremeños en general y conocido casi solamente por los lugareños próximos al
mismo. Ejemplos de este tipo los hay en casi toda Extremadura.
Otra experiencia hecha también por pura casualidad, y de la que he
hablado en alguna otra ocasión, es la de la excursión fluvial que en una
embarcación particular de un buen amigo hice recorriendo los noventa kilómetros
de pantano que van desde la presa de Alcántara hasta su iniciación casi en el
límite contrario de la provincia. Tengo que decir que dicha excursión tenía
tanto o parecido atractivo a la que hice en un viaje internacional por el curso
del Amazonas, y hasta el regusto de estar —este viaje por el pantano cacereño—
más virgen que el del propio Amazonas. Y conste que cuento esto no “por fardar”, sino por poner un ejemplo
comparativo de algo que suena mucho y de otra cosa similar y a la mano que
suena bastante menos
Lo mismo diríamos de un viaje o ruta por los viejos castillos
extremeños visitando interiormente algunos de ellos para llegar a la conclusión
de que lugares, y lo que podríamos llamar “materia
prima” realmente atractiva, no faltan, que lo que nos falta quizás sea
iniciativa local o regional para organizar excursiones verdaderamente
atractivas, aun reconociendo que en todos estos lugares falta infraestructura
para acoger a las propias excursiones que podrían organizarse.
En fin, y para no alargar más el comentario, que creemos que la
flamante Consejería de Turismo de Extremadura, si orienta las cosas por ahí,
buscando el conocimiento por los extremeños de su propia tierra, tiene mucha
tela por cortar, si es que no le faltan “tijeras”,
ilusión e imaginación para cortarlas, todo ello pensando en que quiera hacer
algo original y atractivo y no frecuentar sólo los trillados caminos comunes.
Diario HOY, 21 de julio de 1982
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