domingo, 27 de agosto de 2017

Los cazadores, agradecidos a la Guardia Civil


En este país nuestro —que se llama España y que yo no tengo empacho en darle el nombre— como no se ande con el palo levantado la gente no funciona, y máxime si de cazadores se trata, aunque mejor que cazadores diría escopeteros, porque en esto de la afición cinegética hay clases: el cazador, cazador, y el escopetero que puede no ser furtivo, pero que hace las veces de furtivo si sale al campo a matar, indiscriminadamente, lo que se mueve. Por todo ello, los que son verdaderos cazadores están agradecidos al esfuerzo hecho por la Guardia civil, en la salida a la media veda, en cuanto a vigilar el que la ley se cumpla, estableciendo una serie de puestos que han fiscalizado si los que salieron al campo eran verdaderamente aficionados al deporte y con todo en regla, o eran aprovechados, escopeteros o furtivos.
Este esfuerzo de la Guardia Civil ha merecido el aplauso de los cumplidores de la ley de caza. Porque tenemos que tener en cuenta que cuando, como pasaba últimamente, la vigilancia en este sentido había aflojado los únicos beneficiados eran los que no cumplen la ley, con la lógica desesperación de los que la cumplen que se sentían “los tontos de la partida”, y hasta eran embromados por esos “listillos” que hay en cada deporte y en cada afición.
El último domingo, primer día de la media veda, la Guardia Civil montó un eficaz dispositivo en el que, con toda corrección, paró a los cazadores, les pidió los permisos legales, les fiscalizó la caza que habían matado y con toda amabilidad, al que había cumplido, hasta se le pidieron disculpas por haberlos parado unos momentos. Esto ha tenido una repercusión positiva entre los verdaderos cazadores, que al parecer fueron los más, porque en una provincia tan amplia como la nuestra tuvo que haber de todo, y algunos —los que no supieron cumplir— cayeron, pero fueron los menos, y son los que de algún modo y a forma de “pataleo” protestarán diciendo que es excesiva la vigilancia y hasta que Fulano o Mengano se “escaparon” de esta fiscalización no habiendo cumplido. Puede que alguno, que no cumplió, haya tenido en esta ocasión la suerte de no ser “cazado”, pero de seguir este lógico interés de la Guardia Civil, ya caerá a la larga.
El resto, los que cumplieron, están agradecidos al dispositivo montado por la Benemérita que, como siempre, da seguridad y arranca simpatías del que cumple la ley, e indignación del que no la cumple. Por lo dicho debe quedar constancia del agradecimiento de los cazadores, cazadores, a esa sacrificada vigilancia.
Diario HOY, 31 de agosto de 1982

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.