domingo, 20 de agosto de 2017

Volviendo al callejero

Y vamos hoy de callejero que lo tenemos un poco olvidado. Resulta que yo vivo en la calle “Profesor Rodríguez Moñino”, pero resulta también que no hay forma de que las cartas lleguen con el nombre justo de la calle. Cada carta es una sorpresa en cuanto a las señas puestas y hasta algunas tienen su gracia: las más aproximadas son las que ponen: “Profesor Rodríguez Mañino” o “Profesor Rodríguez Mañico”, pero las hay que hasta ponen: “Profesor Rodríguez Monino” y “Profesor Rodríguez Mohino”… En fin, carteros, me llegan las cartas, porque de las que pongan el nombre cierto: “Profesor Rodríguez Moñino” puedo contar que son menos del 45 por ciento de las que se reciben, no ya en mi domicilio, sino en la calle entera.
La cosa viene a cuento de que, si el desconocimiento del nombre es grande, pienso que más será el de la persona que le dio nombre a la calle, por lo que, siguiendo la costumbre que en algunas otras “ventanas” nos hemos impuesto, vamos a dar, al menos una nota biográfica, aunque sea breve, del profesor Antonio R. Rodríguez Moñino, que da nombre a la calle y que, sin duda, fue uno de los polígrafos más importantes que Extremadura ha tenido en los últimos tiempos.
Don Antonio R. Rodríguez – Moñino ha fallecido ya, pero fue en su tiempo un erudito y escritor de gran categoría, nacido en Calzadilla de los Barros, provincia de Badajoz, en 1910. Fue catedrático de Lengua y Literatura especializado en los problemas bibliográficos y de historia del libro.
Publicó mucho y bueno en su tiempo, y algunas de sus obras han vuelto a reeditarse recientemente, aparte de gran número de artículos y opúsculos en diversas revistas especializadas de España y del mundo. Entre sus obras más destacadas podemos citar: “La Biblioteca de Benito Arias Montano”, “Virgilio en España”, “Diego López”, “Dictados tópicos de Extremadura”, “Poetas extremeños del siglo XVI”, recientemente reeditada por la Diputación de Badajoz, y “La Historia de la Literatura Extremeña”.
Su apellido Moñino es muy frecuente en la provincia de Badajoz, aunque parezca extraño en otras regiones españolas y posiblemente originario de la zona de Mérida, donde siguen existiendo Moñinos que no sabemos si están emparentados o no con el profesor que nos ocupa y que ocupó un importante puesto en la reciente investigación bibliográfica española.
Valga ello para que al menos, los que viven en esa calle, sepan el origen del nombre.
Diario HOY, 1 de julio de 1982

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