viernes, 8 de diciembre de 2017

De la historia próxima


No siempre va a ser hablar de historia pasada, sino también de la próxima, ya que por proximidad muchas veces acabamos sabiendo menos de ella que del pasado histórico remoto.
Comenzando por los pantanos, realidad que se nos vino a Cáceres por los años de la dictadura de Franco y que, queramos o no, han contribuido al progreso de nuestra provincia, dígase lo que se diga, y aún a que, al menos, nuestra Diputación cobre el canon de energía eléctrica, en fin, volviendo a los pantanos, comenzaremos aclarando algo que nos ha preguntado un comunicante: ¿Por qué el pantano de “Rosarito” se llama así? ¿Quién era Rosarito?
Pues bien, este pantano recibió dicho nombre por estar emplazado muy cerca de las ruinas del antiguo monasterio de Nuestra Señora del Rosario, en la provincia de Toledo, donde ésta se une con las de Ávila y Cáceres, por lo que podríamos decir que el pantano está en la unión de las tres provincia, aunque embalsa aguas del Tiétar que proceden en gran parte de las gargantas de la sierra de  Gredos, con capacidad de 84 hectómetros cúbicos.
Es curioso saber que este pantano pertenecía al plan de obras hidráulicas de 1902, pero no fue aprobado hasta septiembre de 1939, comenzando sus obras en 1940, tras muchas vicisitudes con la empresa constructora, por lo que éstas no tomaron el suficiente ritmo hasta 1943. El importe total de las obras hidráulicas de los riegos del “Rosarito” se estimó en más de 275 millones de pesetas, lo que ahora se nos antojaría un regalo, pero que en su época supusieron una cantidad enorme de inversión. Este pantano fue origen de la realización de diversos pueblos nuevos, siete en total, que siguen persistiendo.
Diario HOY, 28 de febrero de 1985

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.