lunes, 4 de diciembre de 2017

El rebosar universitario


A unos años ya del funcionamiento de la Universidad de Extremadura, hay algo positivo de ella que va quedando en el pueblo. No quiero decir que no haya otras muchas cosas positivas, directas, en el funcionamiento de una Universidad, sino que hay otras indirectas quizás un poso de lo que allí se “cuece” que llega al pueblo llano que no tiene oportunidad de pasar, “oficialmente”, por sus aulas. Esta para mí es, quizás, la parte más importante del ser de la propia Universidad, que es rebosar su propio recipiente y dejar caer algo de su saber o ciencia a su alrededor, al que puede llegar el pueblo no matriculado en las aulas. A un lado lo oficial y a otro, lo que se da por añadidura, que para mí es también muy importante. Es más, hasta pienso que las universidades del futuro han de salir del encasillamiento clásico y tradicional para volcarse más en esas actividades en las que el pueblo, de a pie, se le da algo de lo que, por las razones que sea, no pudieron alcanzar en su momento, siguiendo la burocracia oficial de matrículas, cursos, etc.
En este orden de cosas creo que vienen siendo muy importantes los diversos ciclos de conferencias montados por departamentos universitarios, también cara a la calle, pero sobre todos ellos, a mi modo de ver, el de mayor trascendencia en el sentido de siembra, o divulgación universitaria, es el servicio de publicaciones de la Universidad de Extremadura, sobre todo en esas ediciones económicas llamadas “biblioteca de bolsillo”, de las que están editados ya ocho volúmenes, unos más amenos que otros, pero todos al alcance del hombre de la calle que puede participar, así, de los “saberes universitarios” que imparta la Universidad.
Diario HOY, 23 de enero de 1985

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.