Hoy es la romería de San Blas, que se hace en las vísperas del santo y
que los cacereños, como hoy es el día de la Candelaria, le llaman también la
romería de las Candelas. Esta es una de las poquísimas romerías que se han
mantenido en Cáceres, y la única que daba lugar a que las cacereñas vistieran
el típico traje de “campuza”. Puede
que haya quien diga que la de los Mártires también se conservó, pero ésta fue
en realidad “resucitada” por el
antiguo Auxilio Social, ya que había desaparecido del todo. La de San Blas no
llegó a desaparecer nunca, aunque tuviera en alguna ocasión menor afluencia de
público a la ermita, y sobre todo, era el único día en que se solían vestir de
típico “las campuzas”.
Como a los cacereños les gusta conocer sus cosas, diremos que la
ermita tiene más de cinco siglos de existencia. Se convirtió en parroquia en
1959, siendo su primer párroco el actual, don José Reveriego, adicionándose a
la misma, en 1967, la casa parroquial y otras edificaciones.
El último mayordomo de la cofradía del santo fue don Domingo Muriel
Espadero, que murió en 1981, a los 90 años y que lo fue durante 52, ya que
antes de ser parroquia regía todo aquello una cofradía que partía de dos
hermandades: la de San Blas el Viejo y la de San Blas el Mozo, incardinadas una
a la parroquia de San Juan y otra a la de Santiago, que se fusionaron antes de
1961, de donde parten las ordenanzas actuales.
Como verás, amigo lector, ya ha llovido desde entonces, pero lo
curioso es que la tradición se ha mantenido y hoy, por la tarde, es obligado
bajar a San Blas a darse una vuelta por aquello que es medio romería y medio
paseo y que, antiguamente, marcaba el comienzo de los primeros bailes de
Carnaval de Cáceres.
Diario HOY, 2 de febrero de 1985
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