miércoles, 6 de diciembre de 2017

La seriedad de la Renfe


Desde el pasado día uno se han puesto una serie de automotores entre Cáceres-Mérida y Mérida-Zafra, que en cierto modo vienen a enjugar en algo la falta de otros trenes de viajeros en la región como los suprimidos en las líneas que afectan al Norte de la provincia de Cáceres. Los servicios que ahora se ponen entre Mérida y Zafra afectan también a líneas cerradas y, según nos dice, los paga la Junta de Extremadura. Cosa que nos parece bien, porque la Junta debe defender las cosas que interesan a los extremeños de uno u otro sitio. Sólo querríamos puntualizar que algo similar debería hacer también la Junta con la parte Norte de la región donde el problema es más peliagudo, entre otras razones porque parece ser falta la voluntad de resolverlo.
Pero de todos modos hay asuntos en la RENFE, respecto a nuestra región que no se nos pueden achacar a nosotros, sino a la incuria y el abandono que la propia Renfe ha tenido, y tiene, en las línea extremeñas.
Ayer publicaba nuestro periódico, en su sección “Cartas a HOY”, una de María Dolores Martín Pérez, que contaba la odisea sufrida en el Lusitania Exprés —tren internacional— en su desplazamiento de Cáceres a Madrid, viaje de cinco horas y media y de madrugada, sin calefacción de ningún tipo y con la cafetería cerrada hasta unos minutos antes de llegar a Madrid y esto sucedía ahora, hace unos días, y tras la supresión de otros trenes extremeños, por falta de rentabilidad. “Oiga usted, señora RENFE, ¿es que el pedir que viajemos en esos trenes que ustedes nos tienen en nuestra región, es suponer que los extremeños tenemos madera de mártires?, porque aunque regalaran el billete, después de un viajecito como cuenta María Dolores Martín, es como para no volver a subir al tren en toda su vida.”
Más seriedad, señores.
Diario HOY, 3 de febrero de 1985

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