Ha muerto un “hijo predilecto”
de Cáceres, al que el Cáceres actual no tiene el gusto de conocer. Enrique
Jiménez Mendoza, conocido en el mundo de la danza como “Enrique el Cojo”, murió en Sevilla (donde pasó toda su vida) a las
seis de la tarde del pasado viernes y, ayer sábado, a las cuatro de la tarde,
fue enterrado en Sevilla, oficiándose funeral en la parroquia de San Andrés.
Enrique, que contaba ya muchos años, fue declarado por nuestro
Ayuntamiento “hijo predilecto” en un
acto que se celebró el día 26 de mayo de 1984, y en el que él no pudo estar
presente por encontrarse ya enfermo. El título lo retiró un sobrino suyo,
Enrique García Jiménez, que en su nombre dio las gracias a Cáceres, por
acordarse de su tío.
Enrique había salido del Cáceres, donde nació, a los cinco años, y no
había vuelto aquí, por lo que decimos que el Cáceres actual no había tenido el
gusto de conocerlo, más que si acaso, a través de la televisión, donde
últimamente, y ya muy disminuido de facultades, lo vimos como una vieja y
decrépita gloria andaluza, porque ni él mismo hizo alusión ninguna a su tierra
natal que, lógicamente, también le era desconocida. Tampoco se le cumplió el
deseo de venir por Cáceres, tras de su nombramiento, en ese tiempo de menos de
un año en el que ha disfrutado del título, y ha muerto, quedando como tal
desconocido para Cáceres, porque tampoco hubo acierto con la placa puesta en la
calle Moret, primero porque hubo equivocación de casa y segundo por la
imprecisión de la misma, que ni cita fecha de nacimiento de Enrique, ni fecha
en que la lápida se puso, con lo que Enrique el Cojo seguirá siendo una
personalidad nebulosa para las próximas generaciones cacereñas.
El alcalde ha enviado un telegrama de pésame a la familia.
Diario HOY, 31 de marzo de 1985
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.