En unas jornadas literarias celebradas en Cáceres en mayo de 1955,
como un atractivo más de ellas se invitó al maestro romano del Casar, don Ángel
Rodríguez Campos, más conocido en el mundo intelectual como “Helénides de Salamina”, a pronunciar una
conferencia entre los más de ochenta intelectuales y escritores de primera fila
de aquel entonces que figuraban en las jornadas y entre los que citaré a título
de ejemplo a César González Ruano, Ignacio Aldecoa, Juan Antonio Cabezas, Jaime
Capmany, Pedro de Lorenzo, Zunzunegui, etcétera.
Ni que decir tiene que aquella ilustre concurrencia, entre la que me
encontraba simplemente como aprendiz, se tomó el asunto a pitorreo por aquello
de que don Ángel vestía siempre de griego clásico y se le podía tomar por un
loco. Es más, la noche anterior a la conferencia se especuló sobre todo
aquello. El que más y el que menos supuso que era un “payaso”, un maestro de escuela loco cuya manía por vestir como un
griego clásico le había trastornado la mente como a Don Quijote y que de su
boca no podrían salir más que sandeces. Todos desconocían su obra; sólo se
decía que Unamuno se escribió con él en griego, pero nadie pasaba a creer más
que en la locura de don Ángel, que pidió se le pusiera un coche que le llevara
hasta la puerta de la Diputación, donde se celebraría la conferencia, para no
lucirse vestido de griego por las calles de Cáceres.
Se celebró la conferencia y las risas que hubo a su entrada se
convirtieron en una silenciosa atención nada más que abrió la boca; atención
que se convirtió en respeto y admiración a los pocos minutos. Explicó el porqué
se “había apartado del mundo”
vistiendo de griego para realizar su “Panelenio”,
la obra de su vida, leyó algunos poemas del mismo y explicó su concepción
filosófica del mundo.
Al salir le pregunté a César González Ruano, que había sido uno de los
más reticentes
— ¿Qué le ha parecido?
— Que los payasos éramos los que le escuchábamos porque es un sabio de
cuerpo entero al que hay que perdonarle que vista como quiera.
Diario HOY, 10 de diciembre de 1985
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