Valedores celestiales

Nos decía durante las fiestas patronales de la Diputación el gobernador civil de Cáceres, Ramírez Piqueras, que tenía entendido que la Junta de Extremadura iba a elegir patrono de la región también a San Pedro de Alcántara y surgió el tema de la poca difusión que a nivel popular tiene nuestros dos patronos: la Virgen de Guadalupe y San Pedro de Alcántara que, prácticamente, pasan desapercibidos a la mayoría de los extremeños en general.

En el caso de San Pedro de Alcántara sucede aquello del refrán de que “nadie es profeta en su tierra”, porque se da el caso de que nuestro San Pedro, no sé por qué razón, es patrono celestial de la nación brasileña, donde se le festeja bastante más que le festejamos en su propia región, aun conociendo su vida menos de lo que deberíamos conocerla aquí.

Allí hay libros con la vida del santo que tienen por patrono y aquí, en su propia región, no los ha habido hasta que por los años 60 aparecieron algunos de divulgación de autores locales que creo están agotados, a parte de que la iconografía del santo, en lo que a Cáceres se refiere no comenzó a aparecer hasta esos años 60 en que se encargaron estatuas del mismo a Pérez Comendador y Juan de Ávalos, que son las que ahora conocemos: una en la plaza de Santa María y otra en la parroquia cacereña de su nombre, pero hasta entonces el pueblo no le conocía ni de vista

La devoción a Guadalupe es más antigua y tiene algún arraigo mayor, pero casi está más arraigada en parte de Toledo que en toda Extremadura.

En fin, no digo que tengamos a nuestros santos patronos de espalda, aunque habría que pensarlo por esto de la sequía, ya que de San Pedro dicen que tenía muy buena mano con la lluvia, ¿No será que le tenemos enfadado?

Para terminar, y bromas aparte, vamos a ver si la Junta tiene más suerte al menos en esto de la divulgación del patrono celestial, porque como se nos están poniendo las cosas vamos a necesitar valedores en el cielo.

Diario HOY, 21 de octubre de 1983