Se dice que la reforma de toda la ribera del Marco, que convertirá a
lo que hoy es ribera y colectores en un verdadero paseo y zona ajardinada, que
irá desde San Francisco a la carretera de Trujillo, se trazará por el
Ministerio responsable en “plan piloto” en el que se incluirán la restauración a
su primitivo estilo de todas las casitas que ahora están adosadas a las
murallas, quedando aquello como un nuevo y verdadero parque cacereño. Ojalá que
toda esta teoría se convierta en pronta realidad y que dicho plan se lleve a
cabo porque sin duda eta es una parte de Cáceres bellísima y que hay que
rescatar, si es que el plan se aplica bien a ella… Pero lo que nos tiene un poco con “la mosca
en la oreja” es eso de “plan piloto”. Lo decimos porque los planes pilotos
suelen tener sus muchos inconvenientes, que luego son insalvables.
Para que se comprenda mejor nuestro razonamiento nos referimos a otro
plan piloto cual fue el del edificio de “Servicios Múltiples”. No es que no
aceptemos el que dicho edificio ha traído muchas ventajas para los cacereños,
pero el “pilotaje” de dicho plan también ha traído otros muchos inconvenientes
por ser el primero, que esperamos nos se hayan cometido en otros “edificios
múltiples” que se hicieran posteriormente al nuestro. Dicho de otro modo: por
ser los primeros “pagamos la novatada”.
Entre los inconvenientes de los planes pilotos, que ya se han señalado
en este edificio, radica el que no se ha contemplado el clima en que se ha
establecido, y esas grandes cristaleras suelen ser frías en invierno y
calurosísimas en verano; los ascensores del edificio son en muchas ocasiones
insuficientes, etc., etc. Pero, entre todos los inconvenientes, tenemos que
aceptar el que el edificio cumple una función de aglutinación de delegaciones,
que es positiva, pero a nuestro juicio tiene un “pero”, que podría subsanarse
con muy poco dinero. El “pero” es que no está dotado de escaleras de incendio…
¿Han pensado ustedes lo que pasaría allí si se declarara un incendio…? Y
conste, como es natural y comprensible, que deseamos que no suceda. En fin,
creemos que el error u olvido podría subsanarse sobre los patios traseros y
simplemente lo apuntamos para que la Administración o quien corresponda lo tome
en consecuencia porque no creemos que fuera tan caro aún trazar esas escaleras
de emergencia ahora… Y más vale prevenir que curar.
Diario HOY, 4 de febrero de 1982
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